El proyecto para reducir la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas semanales solo necesita la firma del presidente Gabriel Boric para convertirse en ley. El Congreso ha aprobado este martes ampliamente la iniciativa tras seis años de discusión en la que participó el Ejecutivo, los sindicatos y el sector empresarial. La aplicación de la reforma al Código del Trabajo será gradual y su implementación total tendrá un plazo máximo de hasta cinco años, en 2029. La normativa, a la que se le aplicaron varias modificaciones en el recorrido legislativo, beneficiará de forma directa a unos 4,7 millones de empleados, de una población activa de casi el doble.
“Tras muchos años sumando apoyo y dialogando, hoy por fin podemos celebrar la aprobación de este proyecto que reduce la jornada laboral, un proyecto pro-familia que apunta al buen vivir de todas y todos”, celebró el presidente Boric. La alegría del oficialismo también era evidente en la Cámara de Diputados y Diputadas. “Es una buena noticia para la política. Hoy demostró que puede estar a la altura de los desafíos que plantea el pueblo de Chile”, dijo la portavoz de Gobierno, Camila Vallejo, emocionada hasta las lágrimas.
Vallejo, militante comunista, presentó el proyecto de ley cuando era diputada en 2017. Durante su campaña, Boric se comprometió a sacar adelante la iniciativa. La ministra del Trabajo, Jeannete Jara, lideró las negociaciones con la oposición y con los distintos sectores empresariales afectados, donde se realizaron varias modificaciones para lograr un acuerdo transversal. “Es un gran día para las personas que viajan en las micros [autobuses] y dejan a los hijos dormidos porque se van muy temprano en las mañanas o vuelven muy tarde. Este es un proyecto que va a contribuir enormemente a nuestra calidad de vida”, sostuvo Jara, también comunista.
La reducción de la jornada ordinaria de trabajo pasará de 45 a 44 horas al primer año de publicada la ley, a 42 horas al tercer año y a 40 al quinto año. Estos son plazos máximos, pero un empleador puede anticiparse. En junio del año pasado, el ministerio del Trabajo creó el sello 40 horas, una certificación que reconoce a las empresas que ya aplican la jornada laboral reducida. Más de 500 –sobre todo pequeñas y medianas– lo han obtenido.
Con esta ley, que está prevista que se promulgue el 1º de mayo, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, Chile se sumará Ecuador y Venezuela como los únicos países de América Latina en lograr las 40 horas semanales de trabajo, el promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Hasta ahora, el país sudamericano era el tercero con más horas del organismo, solo detrás de Colombia y México, donde la ley establece 48 horas. El Gobierno colombiano de Gustavo Petro presentó una reforma laboral que incluye reducir la jornada a 42 horas -gradualmente, una hora menos por año-.
América Latina es una de las regiones con jornadas laborales más extensas: Brasil, El Salvador y Guatemala trabajan por ley entre 42 a 45 horas semanales, mientras que Argentina, Bolivia, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, además de los ya mencionados México y Colombia, 48 horas, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), informa AFP.
En la discusión del proyecto, el Gobierno cedió ante varios puntos relacionadas a la flexibilidad laboral. La futura legislación, por ejemplo, permite que una vez que las empresas implementen las 40 horas puedan, en acuerdo con los trabajadores, implementar jornadas de cuatro días de trabajo (10 horas diarias) por tres de descanso. También compensar las horas extraordinarias por hasta cinco días feriados y jornadas especiales para quienes trabajan en minería, transporte o en el mar. Sobre la opción de que las modificaciones impulsen a los empleados a buscar un segundo trabajo en vez de priorizar el descanso, la ministra Jara afirmó: “No solamente tenemos que avanzar en la reducción de la jornada laboral, sino también en mejorar la distribución salarial de los trabajadoras y trabajadores”.
La normativa incluye medidas de corresponsabilidad, que apuntan a conciliar la vida laboral, personal y familiar, con lo que se espera, en particular para las mujeres, ampliar las posibilidades de empleo y con mayor estabilidad. Contempla bandas horarias que permitan un ingreso y salida diferenciados al trabajo, adaptables en una ventana de hasta dos horas. Ese tiempo podrá utilizarse por madres o padres con hijos o hijas que tengan menos de 12 años, y también por la persona que tenga a su cargo el cuidado personal de estos últimos. También establece el apoyo directo de la Dirección del Trabajo y del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) a las micro, pequeñas y medianas empresas para la implementación de las 40 horas.
Redacción: El País