La tragedia de Alausí y cinco pasos para salir del atolladero nacional |Opinión

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Por: Alexis Ponce


Alausí nos exige indignación y amor

Con la tragedia en Alausí y los problemas previos en Guayaquil, El Oro, Esmeraldas y otros lares, queda retratada la nueva omisión gubernamental, en pleno cambio climático que recién empieza a dejar ver cómo afecta y afectará sin vuelvas luego y sin retroceso.

Era responsabilidad de los gobiernos nacional y locales prevenir y anticipar medidas concretas. Pero no prevenir es una criminal negligencia porque hay muchos muertos, muchísimos daños, y mucho sufrimiento. Sabiendo que ya había alerta anticipada, no hicieron nada, sólo echarse culpas unas autoridades a otras. Así que ésta nueva negligencia lassista es imperdonable.

¿Ahora Lasso, Moreno y sus medios privados le echarán la culpa al «correísmo» por el alud? ¿o dirán que son «correístas» o de la Conaie los muertos de Alausí? La indignación de los deudos y los familiares de quienes fueron sepultados por el lodo y la tierra, ¿será inculpada a Leonidas Iza y a la oposición, por este señor que guardó en la banca extranjera, para beneficio de la banca, 10 mil millones de dólares de la reserva monetaria cuando más lo necesitamos; y no es capaz de invertir en Alausí, Guayaquil, El Oro, Esmeraldas y el resto del territorio nacional?

Hay que empezar ¡ya! la acción solidaria conjunta con Alausí.

Indígnense. No guarden silencio.

Solidarícense. No se guarden el amor.

¡Que se vaya, urgente!
CINCO MOMENTOS

Las salidas a la grave situación nacional son cruciales. Hasta una parte de las élites sostienen ya en programas de televisión que no puede mantenerse el mismo estado de cosas. Y empiezan a permitir que sus operadores hablen de una sucesión.

Básicamente el Ecuador tiene éstas opciones en pasos sucedáneos:

  1. Corte Constitucional: que no trabe el juicio político y apruebe el mismo. Es una atribución constitucional ecuatoriana el que el poder legislativo realice juicio político y destituya un presidente.
  2. Juicio político y destitución. Éste es el evidente paso posterior a la decisión a tomarse por la Corte Constitucional.
  3. Sucesión presidencial inmediatamente luego de que Lasso sea destituido. El Vicepresidente Borrero debe respetar y convocar a elecciones anticipadas y acatar una condición del bloque multipartidiario y social que está naciendo: que no privatice la salud, ni el seguro social ni las áreas estratégicas del Estado: eléctricas, petróleos y telecomunicaciones. Su debilidad estructural al asumir el cargo es el argumento fuerte para lograr que un miembro de la derecha gobierne sin aplicar el recetario brutal que hoy tiene incendiadas a Francia e Italia. Él sabe que de querer hacerlo, el país estalla.
  4. Alianza nacional electoral de progresismos, la Conaie, movimientos sociales, izquierdas unitarias, frentes ciudadanos y populares, derechas no ultraderechistas (hay un abismo político y ético entre un patriota y recordado amigo como el Dr. Jorge Salvador Lara, y «los Villavicencios y albaneses»), para lograr un gobierno multidiverso de transición hasta las elecciones del 2025.
  5. Eso o… Si no hay paso a esas racionales evidentes etapas para una salida democrática y no traumática, y contrariamente al sentido común, Lasso y su grupo de poder mantienen su irrespeto a lo votado por el pueblo en la consulta y llama a una tramposa muerte cruzada, habrá aunque no se lo quiera, el quinto paso inevitable: Estallido social post-Alausí. Y la respuesta de la plutocracia será usar la policía envuelta en narcotráfico para reprimir brutalmente al pueblo. Y esa espiral sólo tendrá efectos imprevisibles.

Para recomponer el país en los temas seguridad, salud pública, mafia narco-bancaria, seguro social y tragedias naturales previsibles, se requerirán al menos diez años. Hasta tanto, la unidad nacional política y social mas generosa se requiere, para superar la etapa de la ultraderecha: Lasso y sus aliados, y la mafia delincuencial más peligrosa de los últimos 50 años.