Quito, 2 mar (La Calle).– El deportista de alto rendimiento David Hurtado manifestó para Radio La Calle que sería un logro de vida convertirse en una inspiración para los futuros marchistas ecuatorianos, tras su futura participación en los Juegos Olímpicos de Paris 2024, a los que quedó clasificado.
Hurtado señaló que hay que “darle la oportunidad a la nueva generación, niños jóvenes, a nivel internacional, abrir la mente y la posibilidad a que otros sigan su sueño”.
El objetivo del marchista quiteño es incentivar un cambio en el estilo de vida para quienes encuentren en él una influencia positiva. Las personas tienen que encontrar lo que les apasiona y volverlo profesión, fueron sus palabras.
El atleta recuerda lo que ocurrió en Tokyo 2021, no como un tropiezo, sino como una motivación gigantesca. «Sabíamos que nos iba a afectar, pero yo quería competir, quería representar al país», comentó en su momento.
Hurtado actualmente sigue un régimen de arduo entrenamiento, cuatro horas en la mañana y dos en la tarde supervisado por su entrenador. Desde los 13 años David Hurtado trabaja con el entrenador nacional Javier Cayambe y por eso le otorgó crédito por su clasificación a Tokio 2020.
«Con Javier tenemos un “feeling”, que me ha permitido desarrollar toda mi capacidad, porque a más de trabajar en la disciplina, lo hace en la parte personal», sostuvo.
Los inicios del marchista quiteño
Hurtado narró que en 2008, mientras veía los Juegos Olímpicos de Beijín, fijó su atención en Jefferson Pérez. Sintió un profundo sentido de patriotismo al ver a Pérez estar en los primeros lugares y pronunció: “algún día quisiera representar al Ecuador en los Juegos Olímpicos”.
Hasta ese día, Jefferson Pérez fue el único ecuatoriano en ganar una medalla de oro. Desde entonces, Hurtado decidió que también podía ser un referente para el deporte en el país y traer otra medalla.
El marchista tricolor relató su primera entrada con el atletismo. En pista de los chasquis en 2012, en el campeonato intercolegial de atletismo, participó Hurtado sin mayor entrenamiento. Solo marchó sintiendo que hacía algo especial para él, un evento único. Ganó el primer lugar sacando dos vueltas más al líder de la competencia. Luego encontró su afinidad con el deporte y su deseo de querer más.
El hábito hace al deportista
Hurtado detalló que la preparación físico y mental consta de los procesos de acondicionamiento, descansos y dedicación puesta en los campamentos de entrenamiento, esperando siempre la competencia. El marchista se define como un deportista 24/7: “no es acabar de entrenar y ‘farrear’ o comer cualquier cosa”.
La gestión de recursos públicos tarda y en ese lapso se puede perder competencias, es aquí donde la empresa privada juega un rol importante, respaldando al deportista, siendo parte de su preparación, competencia y resultados.(O.S.V)
