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Sumesa cae en impago en el mercado de valores tras no poder cancelar USD 4 millones

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Redacción: Diario Expreso

Los registros del mercado bursátil del país acaban de confirmar la difícil situación financiera que atraviesa Sumesa, una de las empresas de alimentos más grandes del país. El pasado jueves 13 de octubre de 2022, según conoció EXPRESO, la compañía entró en mora, tras no poder pagar $ 4 millones a sus inversionistas

Hasta la tarde de este viernes, las bolsas del país esperaban ser notificadas por el Depósito Centralizado de Compensación y Liquidación de Valores (Decevale S.A.), esto pese a que, según la ley, desde el día de vencimiento el ente tiene hasta 48 horas para empezar a comunicar como un “hecho relevante”, a los actores del mercado lo sucedido. 

El medio de comunicación intentó este viernes contactar vía teléfono y correo electrónico a Julián García, su gerente general, pero no hubo respuesta. Según se conoció, la empresa, pese a haber caído en impagos, aún trabaja en alternativas para pagar sus deudas.

No obstante, la noticia confirmó lo que muchos ya intuían. El monto millonario pondría a tambalear a la firma, de la que se preveía venía arrastrando problemas.

La primera alerta se conoció en abril pasado, cuando los obligacionistas de tenedores de obligaciones emitidas por Sumesa S.A. se reunieron en asamblea, con el fin de analizar la situación financiera de esta  industria.

Allí los tenedores buscaban conocer detalles sobre la propuesta del emisor (Sumesa) de constituir “una garantía específica o resguardo que caucione la operación”. Se referían a la cuarta emisión de obligaciones del 13 de junio de 2018.

Esta reunión, según conoció EXPRESO de fuentes confiables de este mismo mercado, se dio ya cuando la Superintendencia de Compañías sometía a la empresa a un proceso de intervención.

Aún no existen detalles de las irregularidades que habrían llevado a Sumesa a tener problemas económicos, que hoy han derivado en este impago. Sin embargo, según información a la que este medio también tuvo acceso, el origen habría sido una irregularidad en sus balances que llegó a detectarse en el 2019, y que no reflejaba la real situación.

Según la Superintendencia, el año pasado la empresa llegó a facturar $ 32 millones, versus los $ 51 millones de 2020; es decir, un 37 % menos. Las cifras también hablan de un declive de sus activos y su patrimonio, pues en el último año estos alcanzaron los $ 112 millones y los $ 42,5 millones, un 18 % y un 47 % menos, respectivamente.