La independencia de Guayaquil abrió el camino para la independencia del Ecuador

Quito, 09 oct (La Calle).- Hace 204 años, un grupo de soldados y criollos guayaquileños, bajo una estrategia militar táctica, proclamaron la independencia de Guayaquil. Con ello empezaría un camino que terminaría en 1922 con la Batalla del Pichincha y la independencia de la Real Audiencia de Quito del yugo español.

Guayaquil quería su independencia, entre otras razones, para tener autonomía política de la capital de la Real Audiencia. Desde su fundación, la ciudad se convirtió en un puerto de importancia para los territorios que hoy forman Ecuador. Después de la derrota y la muerte de los próceres del Primer Grito de Independencia en 1910, habría que esperar 10 años para que la campaña independentista de Bolívar y San Martín contagiara a los participantes de la revuelta.

¿Quiénes fueron?

José Joaquín de Olmedo, José de Antepara, José de Villamil, Antonio Elizalde, Francisco Lavayen y los venezolanos León de Febres Cordero, Luis Urdaneta, Miguel de Letamendi son algunos de los nombres que participaron en esta revolución. Todos se reunieron por primera vez en la casa de José de Villamil bajo la pantalla de un baile organizado por su esposa Ana Garaycoa. La reunión se conoce como «La fragua de Vulcano».

Entre la estrategia estaba convencer de la sublevación a todos los batallones de la ciudad. «Granaderos de Reserva del Cuzco» y «Milicias» ya se habían adherido a la causa, faltaban el «Escuadrón de Artillería» y el batallón de caballería «Daule» que tenían jefes españoles.

El 5 de octubre, en los preparativos de la revuelta, los ánimos estaban opacos. Febres Cordero, al ver que había duda en los hombres, expresó: «En nombre de América, os ruego compañeros, no dejar escapar tan favorable ocasión de hacerle un gran servicio lanzando ahora mismo la provincia de Guayaquil a la revolución«.

La acción

Los soldados realistas sumaban 1.500, sin embargo, varios batallones se unieron a la causa. Gregorio Escobedo e Hilario Álvarez del Granaderos, Damián Nájera de la Brigada de Artillería, José Peña del batallón de Milicias Urbanas, y por último los sargentos Vargas y Pavón del escuadrón de caballería Daule con lo que se tenía asegurado el 70% de los efectivos de la plaza.

Febres Cordero y Nájera dejaron cautivo al capitán español Torres Valdivia. Tomaron sus llaves y se dirigieron a la Brigada de Artillería para tomarlo. Magallar intentó impedir la toma del batallón Daule, sin éxito y muriendo en el enfrentamiento.  Benito García del Barrio, primer jefe del Batallón Granaderos de Reserva fue apresado por el teniente Hilario Álvarez mientras dormía.

En la mañana del 9 de octubre se proclamó la Independencia de Guayaquil. José Joaquín Olmedo asumió el mando político y Gregorio Escobedo el mando militar de la provincia. La próxima parada sería la Independencia de Cuenca, pero esa es otra historia. (MIB)

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