Quito, 20 ago (La Calle).- La fiscal Diana Salazar se enredó al explicar el Caso Danubio: dijo que sí, que el caso había nacido por una investigación periodística, pero que no, que eso no sirve, o ahora no sirve pero antes sí.
No es un error de redacción, no se confunda, querido lector. Citemos a la propia fiscal para dimensionar su argumento. “Hemos tenido ejemplos de casos de éxito gracias a las investigaciones periodísticas y que ahora se encuentran, incluso, con sentencia condenatoria ejecutoriada. Sin embargo, no nos ata las investigaciones periodísticas a las investigaciones de fiscalía. Fiscalía actúa de manera objetiva. No cambian los objetivos ni son las coyunturas, el actuar de la fiscalía es siempre el mismo: luchar contra la impunidad”, dijo Salazar.
Ella trataba de referir la trama de Juan José Pons, Guido Chiriboga y otros amigos cercanos del presidente, que están en plena investigación por la compra y venta de cargos públicos y por entrega a dedo de obras.
“Ha referido, además, alguna relación entre el señor Richard García, el señor Juan José Pons, el señor [Guido] Chiriboga. Como había manifestado en un principio, se está realizando el análisis correspondiente de cada una de las evidencias que fueron recabadas durante la acción investigativa. Falta realizar este análisis. Es bonito el discurso, pero otra cosa es estar parada frente a los jueces y probar las aseveraciones”, se dijo a sí misma.
Queriendo convencerse de su trabajo sostuvo que su misión debía ser aportar pruebas. “¿Y cómo se obtienen las sentencias con pruebas?¿Y cuáles son los elementos? Interceptaciones telefónicas, seguimientos, vigilancias, prueba documental. Con eso se realiza. No con las investigaciones periodísticas”, dijo.
El caso Danubio
Todo este titubeo quizás se debe a que la Policía Nacional habría entregado información parcial a la Fiscalía en el caso Danubio. Hay grabaciones del exconsejero presidencial Juan José Pons, de Juan José Pons Cruz (hijo) y del asambleísta por CREO, Guido Chiriboga, que no estarían en el expediente de la investigación.
En los presuntos audios, Chiriboga habría acordado con el «gordo García», principal operador de Juan José Pons, temas que son mejor «tratarlos en persona». En otras conversaciones Chiriboga y Juan José Pons dialogan directamente. Entre los datos reveladores está que el «gordo García» no solicitaba USD 3 millones por cargo en el Sistema Nacional de Aduana, sino USD 30 milllones.