Quito, 20 jun (La Calle). – La Policía Nacional realizó la requisición de las instalaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). El hecho fue calificado como “ilegal” por parte del equipo jurídico y el presidente de la institución, Fernando Cerón.
“La Casa de la Cultura se ha tomado por la Policía. No podemos sostener este espacio para la cultura. Con mucha pena debo decir que ha muerto la cultura”, dijo el presidente con lagrimas en los ojos. Él y demás personal junto con colectivos, gestores culturales y artistas tuvieron que salir del lugar tras hablar con la policía. Lo hicieron gritando consignas en defensa a los derechos y la cultura.
Alrededor de 200 personas se congregaron desde la mañana del 19 de junio debido al pedido de Fiscalía de allanamiento de sus instalaciones por una llamada anónima que denunció que en sus bodegas guardaban elementos explosivos. Tras la inspección donde la Policía recorrió la biblioteca y el archivo fílmico, no encontraron ningún indicio.
La última vez que había irrespetado la autonomía de la Casa de la Cultura fue el 18 de julio de 1963 cuando la dictadura militar tomó las instalaciones y destituyó a sus miembros, incluido su presidente de ese entonces, Benjamín Carrión.
¿Qué dijo el ministro Carrillo?
Tras las críticas de parte de varios sectores culturales y sociales, Carrillo respondió y justificó el accionar policial en un tuit. Apeló al decreto de estado de excepción que pone a Quito como “zona de seguridad”.
“Ante la información que circula en redes sociales, que la Policía Nacional se ha tomado la Casa de la Cultura Ecuatoriana, se informa que, en horas de la mañana se dio cumplimiento a una orden judicial de allanamiento. Posteriormente, se dispuso el resguardo de sus instalaciones por motivos de seguridad y de protección del patrimonio cultural yacente en dicha edificación. Al ser una institución pública, es imperioso brindar seguridad a sus instalaciones”.
No obstante, el comandante general de la Policía, Fausto Salinas informó en rueda de prensa que las instalaciones se utilizarían para albergar a oficiales de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), colocar un centro de mando y recibir donaciones como agua y vituallas. MIB