Quito, 27 may (La Calle). – Un brasileño de 38 años fue asesinado por dos policías federales que lo torturaron en una suerte de cámara de gas luego de haber metido a la víctima dentro del baúl de una patrulla tras llenarlo con gas lacrimógeno, en un episodio que fue filmado por testigos y se convirtió en un nuevo escándalo de la violencia policial en Brasil.
Genivaldo dos Santos, un vendedor callejero con esquizofrenia, de 38 años, fue detenido en Umbaúba, estado de Sergipe, cuando iba en su motocicleta. Luego fue inmovilizado por agentes de la Policía Caminera Federal (PRF) que lo pusieron dentro del baúl de una patrulla adonde habían arrojado gas lacrimógeno.
La Policía federal de caminos informó en un comunicado que el hombre se resistió al abordaje y que por lo tanto utilizó herramientas de baja letalidad, como el gas, mientras que vecinos cortaron la ruta nacional BR-101, la más extensa de Brasil, para protestar por el crimen, que comenzó a ser investigado por la fiscalía federal de Sergipe.
La Policía Federal abrió un sumario contra los dos policías involucrados y el presidente Jair Bolsonaro dijo que iba a escuchar a la cúpula de la PRF antes de emitir una opinión, aunque recordó un caso de dos policías baleados recientemente por un sin techo para intentar explicar el accionar de los agentes.
Wallyson do Jesús, un sobrino de la víctima que estaba en el lugar, contó cómo fue la detención de Genivaldo, a un costado de la ruta.
“Fue dada la orden para parar, él paró, puso la moto a un costado y atendió todas las órdenes. El policía le pidió que levantara la remera y él lo hizo. Les avisó que tenía en el bolsillo un remedio con receta médica indicando que tiene problemas mentales. Entonces el policía llamó a su compañero para intentar detenerlo”, dijo Do Jesús.
“Lo agarraron de los brazos y las piernas, quisieron esposarlo y lo pisaron. Lo metieron en la patrulla y antes de cerrar la puerta lanzaron esa granada de gas. Entonces la gente que estaba alrededor comenzó a filmar todo, nadie creía lo que estaba pasando, torturando a mi tío”, agregó.
La ciudad donde ocurrió la muerte del trabajador está ubicada a 100 kilómetros de Aracajú, la capital de Sergipe. Con la víctima agonizando, los policías lo llevaron a un hospital donde falleció al llegar.
Antecedentes de violencia policial
El caso se suma a la conmoción general provocada por la matanza de 26 personas perpetrada esta por la Policía federal, la Policía caminera federal y la Policía militar de Río de Janeiro, durante una operación contra el narcotráfico en una favela.
Ocho de los muertos no tenían vinculación con el crimen organizado. El operativo, no obstante, fue celebrado por el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador Claudio Castro.
En este caso de Sergipe, el peritaje del Instituto Médico Legal indicó que la asfixia mecánica y la insuficiencia respiratoria aguda provocaron la muerte de Santos, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Sergipe, según la cadena Globo.
La policía federal depende del gobierno central y no de los estados.
La Orden de Abogados de Brasil, principal entidad defensora de los derechos humanos de Brasil desde los tiempos de la dictadura militar, condenó “cualquier tipo de violencia o de tortura”.
La esposa de la víctima, María Fabiana dos Santos, dijo que Genivaldo sufría esquizofrenia desde hacía unos 20 años. “Vivo con él hace 17 años y nunca agredió a nadie, nunca hizo nada equivocado, siempre hacía lo correcto”, dijo la mujer a los medios.
El caso comenzó a ser comparado por comentaristas de la televisión con el de George Floyd, asesinado por la policía en Minneapolis, Estados Unidos, el 25 de mayo de 2020, asfixiado por un agente blanco.