Quito, 14 may (La Calle).- Con poco rubor en el gesto y mucho en el rostro, la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llorí, evaluó su primer año de gestión al frente del legislativo como exitoso; omitió, por supuesto, los actos bochornosos que ella misma ha protagonizado.
En un video publicado en redes sociales, Llori destacó que el Pleno de la Asamblea mantuvo 123 sesiones en las que aprobaron 28 leyes como el paquetazo tributario, aunque no la llamó así. Informó además que la Asamblea aprobó 60 Resoluciones; se presentaron para el tratamiento legislativo 231 Proyectos de Ley.
Según la exprefecta de Orellana, informó que el Consejo de Administración Legislativa (CAL) tuvo 93 sesiones y calificó un total de 169 Proyectos de Ley. Las comisiones especializadas permanentes llevaron a cabo 1377 sesiones.
Para ella, todo esto ha sido parte de la “recuperación de la institucionalidad de nuestro país por devolverle la confianza y la esperanza a la gente y así fortalecer nuestra democracia y reactivar nuestra economía”.
Aunque su bancada es la de Pachakutik, es innegable que ella ha sido un alfil del oficialismo en la Asamblea. Llori es el mejor y más obsecuente aliado que el presidente Guillermo Lasso pudo hallar para gobernar.
“Ecuador por fin vive una verdadera democracia, con un Parlamento diverso y plural, que discrepa, que debate y que acuerda (…) Somos un Parlamento con independencia de funciones y con profunda vocación democrática al que le queda aún mucho por hacer”, amenazó Llori.
¿Qué no dijo?
Más allá de estos pálidos números, la presidenta Guadalupe Llori olvidó mencionar los bochornosos sucesos en los que, por ejemplo, mandó a apagar los micrófonos, cortar la energía eléctrica o el vulgar acto de sacar un dedo a sus compañeros legisladores.
Llori tampoco hizo alusión a las denuncias de gestión de cargos y de cobro de diezmos que pesan sobre ella, ni de la sombra de sospecha que el presidente Lasso cirnió sobre varios legisladores de su bancada.
“Pero estamos firmes en el propósito de cambiar este país para convertirlo en una sociedad más justa, activa,incluyente y solidaria. El futuro será lo que en el presente hagamos con valores como la honradez”, ironizó Llori.
Las denuncias en su contra
El asambleísta Bruno Segovia denunció, el pasado 12 de mayo, a la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, por presunta gestión de cargos públicos en la provincia de Orellana.
“Señora Guadalupe Llori, usted tenía razón cuando me comentó que puso hasta el último teniente político. El Gobierno del Encuentro solo encuentra personas cercanas a la señora Llori para cargos públicos en Orellana”, escribió el legislador en un tuit.