Quito, 10 mar (La Calle).- La enfermedad renal crónica es una patología que a pesar de su elevada prevalencia e incidencia sigue siendo una gran desconocida. Por ello, se requiere de un mayor esfuerzo de prevención y diagnóstico precoz.
Este año, la fecha se conmemora con una doble preocupación: por un lado, ante el crecimiento progresivo de la enfermedad renal crónica (ERC), que continúa aumentando sin que se revierta la tendencia; y por otro, ante el impacto negativo que la pandemia ha tenido no sólo en los pacientes renales, uno de los colectivos más vulnerables ante la COVID-19, sino también en el inicio de los tratamientos para sustituir la función de los riñones.
“A pesar de afectar a una parte cada vez más importante de la población (entre un 10-15% de la población adulta) y tener un gran impacto en la expectativa de supervivencia y calidad de vida de los pacientes, la ERC continúa siendo poco conocida para la mayoría de la sociedad. Es un grave problema de salud pública que sigue creciendo y que se conoce como la epidemia silenciosa porque su diagnóstico suele ser tardío, cuando la enfermedad ya se encuentra en fases avanzadas”, explica la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología, SEN, la Dra Patricia de Sequera.
En Ecuador existen cerca de 10.000 personas que padecen insuficiencia renal y que necesitan diálisis. Además, existe una incidencia anual de 20 casos nuevos en menores de 18 años que ingresan a diálisis, con una prevalencia total de aproximadamente 160 pacientes en el año.
El 30 % de estos pacientes llegan con diagnósticos tardíos o con malformación de la vía urinaria. Pese a que son diagnosticados después de su nacimiento desarrollan tempranamente grados severos de insuficiencia renal.
En lo que va del año se han realizado cuatro trasplantes exitosos con el objetivo de tener un mayor número de donantes que puedan brindar una esperanza a los pacientes que requieren de un órgano. Según informa Junior Gahona, líder del servicio de diálisis y coordinador del Programa de Trasplantes, se prevé realizar 40 procedimientos de este tipo en 2022.
Tabaquismo, obesidad y sedentarismo, claves
Este crecimiento de ERC se relaciona con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables del 50% de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo, muchos de los cuales podrían prevenirse con la adopción de unos hábitos de vida saludables, que permitirían frenar su avance.
A ello hay que sumarle que es una enfermedad que presenta síntomas poco reconocibles en sus estadios iniciales y que cuenta con una tasa de infradiagnóstico que supera el 40%.
Consejos para una buena salud renal
- Mantente en forma y activo.
- Sigue una dieta saludable.
- Comprueba y controla tu nivel de glucosa en sangre.
- Comprueba y controla tu presión arterial.
- Mantén una ingesta de líquidos adecuada.
- No fumes.
- No te automediques ni tomes antiinflamatorios ni analgésicos regularmente si no te los indica tu médico.
- Comprueba tu función renal si tienes uno o más factores de “alto riesgo”, por ejemplo, si tienes diabetes, hipertensión u obesidad.