Quito, 28 ene (La Calle).- Desde que inició la pandemia, el uso de la mascarilla pasó a ser esencial en nuestra vida diaria. Por ello, se ha sugerido distintos tipos de cubrebocas que son eficaces en diferentes situaciones. Pero, no solo se debe elegir una mascarilla que se adecue al usuario, sino que es necesario conocer el material del que está hecho.
Existen diferentes tipos de mascarillas, las más conocidas son las mascarillas de tela, quirúrgica, NK95, entre otros. Cada una de ellas tiene diferentes niveles de filtración, siendo la NK95 y N95 las más eficaces. Sin embargo. Si estas mascarillas no se adecuan al rostro de la persona, no funciona mejor que una tela básica.
Así lo declararon un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), dichos resultados fueron publicados en la revista PLoS ONE.
“Sabemos que a menos que haya un buen sellado entre la mascarilla y la cara del usuario, muchos aerosoles y gotitas se colarán por la parte superior y los laterales, como sabrán muchas personas que usan gafas”, declara Eugenia O’ Kelly, investigadora en el departamento de Ingeniería de Cambridge y autora del artículo.
Para el estudio, utilizaron los modelos de mascarillas ya mencionados, N95, KN95, quirúrgicas y de tela. Para la investigación se sometieron a pruebas a siete participantes, ajustando los cubrebocas al rostro. De esa forma se contabilizó la concentración de partículas en el interior y el exterior de la mascarilla.
Según sus resultados, las máscaras N95 filtraron más del 95 % de las partículas en el aire cuando están bien ajustadas. Sin embargo, el nivel de filtración cuando no están bien ajustadas son comparables a las mascarillas quirúrgicas o de tela. “No es suficiente asumir que un solo modelo N95 se ajustará a la mayoría de la población”, indica O’Kelly.
Por ello, los responsables de este estudio concluyeron que es esencial disponer de una variedad de modelos y tamaños de mascarillas, “ya que no se puede asumir que un modelo protege a la mayoría de los usuarios”.
Ajustes de la mascarilla
Así como lo señalan los expertos, el mal uso de los cubrebocas permiten que se filtren las bacterias al interior. “El tipo que usemos importa, pero no podemos dejar de lado la colocación y el tiempo de uso, que debería ser de 8 horas en el caso de las NK95 y de 4 horas en el caso de las quirúrgicas o higiénicas”, señala. En cuanto al ajuste de las máscaras, la farmacéutica SINC Gemma del Caño sugiere alternativas para evitar que el aire pueda entrar y salir por pequeñas aberturas al colocarlas en el rostro.
“Para ajustar bien una mascarilla quirúrgica hay diferentes alternativas. Se puede realizar un nudo al inicio de las gomas, estrechando ese huequito que queda en las mejillas. También se pueden utilizar utensilios para que las gomas no hagan daño, pero colocándolas por encima de las orejas para que no queden huecos”, indica.
“Tenemos que saber que cada mascarilla es mejor para cada determinado momento. Es decir, si salimos a la calle a dar un paseo, con una higiénica reutilizable es más que suficiente; pero si nos vamos a meter en el metro, igual es más apropiado una N95 que ajuste bien, tanto para protegernos a nosotros como al resto de la gente”, comentó.
Los precios
Así como existen varias alternativas de cubrebocas, los precios varían según su nivel de filtración. Dichos costos son lo que alientan a las personas a comprar una de la otra. Para las mascarillas quirúrgicas el costo en el país ronda los USD 2 para las 50 unidades y alrededor USD USD 2.50 para las 10 unidades de KN95.
Fuente: El País