Quito, 25 ene (La Calle). – A la espera del segundo debate por el proyecto de ley de aplicación en casos de aborto por violación, grupos de colectivos proderechos llegaron a las afueras de la Asamblea Nacional para saber el destino de este proyecto.
El acto es simbólico ya que la Asamblea está en teletrabajo por el aumento de contagios de COVID-19. Mujeres con carteles y pañuelos de color verde expresan cánticos a favor de lo que definieron como una ley justa y reparadora.
La aplicación de una normativa para el aborto por violación no se sustenta en el aire, sus bases son cifras cada vez más alarmantes. “Antes de la pandemia, en promedio 13 embarazos de niñas de entre 10 y 14 años se registraban a diario, de los cuales 6 terminaban en aborto y 7 en partos con nacidos vivos. (…) A estas dolorosas cifras se sumaban los 182 nacimientos diarios de madres (sí, así se las puede llamar) de entre 15 a 19 años”, indica la abogada y activista feminista, Sybel Martínez.
El proyecto contempla los temas de plazos, requisitos y la objeción de conciencia. Está en manos de la Asamblea que pase al Registro Oficial. Por otra parte, el presidente Lasso indicó que si el proyecto no se apega a lo señalado por la Corte Constitucional vetará la ley, todavía no ha indicado si de forma parcial o total.
Por el momento y bajo la consigna “Son niñas, no madres”, los grupos feministas resisten y esperan.