Quito, 13 ene (La Calle).- La delincuencia no da tregua en Ecuador y a diario se registran muertes violentas por robos o estilo sicariato, a nivel nacional. El último caso que encendió las alarmas entre la ciudadanía fue el asesinato de un joven, en el sur de Quito.
El pasado 12 de enero, el cuerpo de Juan Andrés Medina, de tan solo 18 años, fue encontrado en quebrada del río Machángara. Según la versión de sus familiares, el joven salió a pasear con su mascota cerca de su residencia. Sin embargo, las hipótesis indican que fue interceptado por delincuentes que lo amedrentaron, golpearon y asesinaron por robarle sus pertenencias.
En su cuenta de Twitter, la hermana del joven expresó: “Vivimos en una situación tan dolorosa y en tanta inseguridad (…) si debo ir a pararme todos los días en la Fiscalía del Ecuador para que investiguen el asesinato de mi hermano, lo haré (…) merecemos Justicia”.
¿Cuál es la respuesta del Estado ante estas situaciones?
El “Gobierno del Encuentro” y la Policía Nacional afirman que detrás de homicidios intencionales y muertes violentas está la existencia de bandas de narcotráfico en el país. Según sus declaraciones, uno de los principales factores para el incremento de la inseguridad en el Ecuador es la constante disputa entre bandas delictivas, por espacios territoriales, para traficar o vender droga.
Sin embargo, no existen acciones concretas o políticas públicas en temas de seguridad para enfrentar este problema. Los indicadores de casos de muertes violentas han aumentado significativamente y son peores que hace 10 años.
Diego Perez, experto en seguridad, menciona que el nivel de violencia que está experimentado el Ecuador, se debe a “la deficiencia de resolución de problemas en la capacidad de control del Estado”.
Pese a que el Gobierno de Lasso ha reiterado en varias ocasiones que una de sus prioridades es la planificación de políticas que garanticen la seguridad ciudadana, las cifras muestran lo contrario. Hace 4 años (2018), se contabilizaron 994 casos de homicidios intencionales, mientras que en el 2019 las muertes violentas se incrementaron a 1.187 casos. Es decir, hubo un incremento del 19,42%. En el 2020, los casos de muertes violentas fueron 1.372, incrementándose en 15,58% a diferencia del año 2019, según datos del Ministerio de Gobierno.
¿Qué dicen las autoridades?
En la comparecencia de la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, el pasado 7 de octubre, en la Asamblea Nacional, la funcionaria descartó que se estén presentando casos de violencia generalizada.Expresó que, aunque la violencia se ha extendido en todo el territorio ecuatoriano y los datos analizados así lo demuestran, las cifras más preocupantes se registran en las ciudades de Guayaquil,Quito, Manabí, Los Ríos, Esmeraldas y El Oro.
El Gobernador del Guayas, Pablo Arosemena, también dijo que “en los últimos 60 días del 2021 las muertes violentas cayeron en 11%, a causa del buen trabajo de la fuerza pública”.
El porcentaje de variación interanual de homicidios intencionales, elaborado por el Ministerio de Gobierno, enfatiza en que al cerrar el 2021, se rgistraron 2.257 incidentes o muertes violentas y que al inicio del 2022, el Ecuador ya ha experimentado 42 casos, con corte al 5 de enero.