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Casas de acogida para víctimas de violencia de género exigen trasparentar el presupuesto 2022

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“Las casas de acogida son lugares de refugio temporal para aquellas mujeres y niños que huyen de un ambiente de peligro y buscan salvaguardar su vida. Por esta razón, son tan importantes, porque son el único mecanismo para prevenir femicidios”, afirmó en una entrevista para Wambra, Geraldine Guerra, vocera de la red de casas de acogidas en Ecuador.

Según la vocera, desde hace 10 años lograron establecer relaciones con el Estado para mejorar y fortalecer la atención a las mujeres víctimas de violencia. En ese sentido, cada año, se firmaron convenios.

Guerra explica que para el 2022 no hay claridad. Asegura que el convenio debería cubrir los rubros para trabajadores sociales, facilitadores y educadores.

“Necesitamos presupuesto para mejorar nuestros servicios y aun no se ha realizado la convocatoria pública para hacer efectivo el convenio. Dicen que para enero, pero sabemos que en ese mes no se firman convenios y siempre se postergan. Este es un tema urgente y la firma estaba prevista para diciembre. No hay que olvidar que 65 de cada 100 mujeres son víctimas de violencia de género y hubo más de 150 femicidios en 2021”, afirmó Guerra.

El Estado debe cumplir con sus obligaciones

Guerra hace un llamado a la Secretaría de Derechos Humanos y al presidente Guillermo Lasso para que el presupuesto, necesario y obligatorio de los gastos que conlleva este servicio social, se puedan cubrir.

Asimismo, insiste en que no buscan un discurso contra el femicidio, el machismo o promesas falsas. Exigen acciones competentes que ayuden a las víctimas y que pongan tras las rejas a quienes lo merecen.

Guerra insistió en que la pandemia no solo ha atravesado los hospitales, sino también los hogares. “Esto fue denominado como la pandemia de las sombras, porque la violencia en los hogares fue el único delito que no cesó”, explicó.

Asimismo, señaló que, en 2021, hubo más de 150 casos que salieron a la luz y exponen que las mujeres no están seguras en sus propias casas. “Es aquí donde radica la importancia de las casas de acogida, estamos salvando vidas y son necesarios los recursos económicos para no desamparar a estas víctimas” concluyó.