Pamela Chicaiza, redactora
Quito, 21 de sep, (La Calle).-Desde que el pasado domingo erupcionó el volcán Cumbre Vieja en la isla de Palma (España), las autoridades ampliaron el perímetro de exclusión en la costa para evitar que la gente se acerque.
Ahora se espera que los flujos lleguen al nivel del mar.
Las autoridades de Protección Civil han manifestado que todo depende de la velocidad del manto fluido de lava, que a medida que se enfría, atraviesa terrenos más llanos y se va ralentizando.
La preocupación de la llegada de lava al océano se debe a que la reacción química que se genera cuando entra en contacto con el agua salada “puede generar explosiones y emisión de gases nocivos”. Así lo manifestaron las autoridades del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).
Para proteger a la población, las autoridades han intensificado el dispositivo de Protección Civil y se amplió el perímetro de exclusión en la costa para evitar que la gente se acerque a la zona.
El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la UE, Virginijus Sinkevicius, afirmó que en Bruselas están “más que dispuestos a ofrecer los fondos disponibles” para paliar los daños provocados por el volcán cuando el Gobierno de Pedro Sánchez lo solicite.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, manifestó, por su parte, que los daños en la isla de La Palma serán “muy superiores” a los 400 millones de euros.
La colada del volcán ha obligado al desalojo de 6.000 personas ha destruido 183 viviendas y ha cubierto más de 100 hectáreas.