Quito, 23 de agos, (La Calle).– La ingesta de combustible causa: ardor, irritación de garganta, esófago y estómago.
Beber cantidades de diésel, gasolina o cualquier otro derivado del petróleo genera: confusión, delirio, perforación de esófago, estómago o daños permanentes en el páncreas.
Síntomas que podrían ser mortales. Henry Pinela, doctor en emergencias, sostiene que ha atendido varios casos, en conductores que realizan la maniobra de traspasar combustible de un vehículo a otro con una manguera.
“Quienes hayan ingerido combustible, no deben provocarse el vómito, ni tomar ningún cáustico. La recomendación es que se dirijan a la sala de emergencias para recibir el tratamiento correspondiente, que dependerá de las cantidades ingeridas y del historial médico”.
No hay que provocar el vómito
En Sala de Emergencias, el tratamiento a seguir será un lavado gástrico.
La evolución del paciente determinará los pasos, que van desde apoyo a la respiración, hasta seguimiento a la actividad neuronal.
El Municipio de Quito aseguró que el agua de la Capital no presenta trazas de combustible, esto a pesar de varios reportes de que el agua que llega a barrios del norte de la Capital, en especial, en el sector de El Inca, con cierto sabor a combustible.