Quito, 12 ago (La Calle). – Los cruces de palabras entre la presidenta de la Asamblea Nacional, Guadalupe Llori y el presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio no dan tregua. Este jueves, Llori acompañada de la administradora general del Legislativo y los jefes de bloque, ofreció una rueda de prensa donde denunció un intento de desprestigiar a la Asamblea y a su presidencia.
“¿Será porque hay una mujer amazónica dirigiendo la Asamblea Nacional? Les pido a todos los ecuatorianos que no se preocupen porque tengo la suficiente experiencia política y soy una mujer guerrera y de grandes decisiones”, fueron sus primeras palabras.
Llori estaba decidida a aclarar los rumores sobre la compra de vehículos que se ha denunciado en los medios. “Discutimos el tema ya que el parque automotor de la Asamblea está completamente obsoleto. Su mantenimiento tiene un costo muy elevado. Nunca decidí comprar. Tampoco ordené que se inicié el proceso de compra”, expresó.
La presidenta no se amilanó. “Voy a presentar una queja contra Fernando Villavicencio ante el Consejo Administrativo Legislativo (CAL) por tanta información falsa para desacreditar a la presidencia de la Asamblea”.
También se refirió a las acusaciones en su contra sobre una supuesta organización delictiva y hablo de sus días de Prefecta en Orellana. “Como Guadalupe Llori, antes exprefecta de Orellana, en el gobierno del presidente Rafael Correa, con todos los poderes que el tenía, me persiguió, me acusó, incluso me encarceló”.
Es fue el momento preciso donde el legislador Ronny Aleaga (UNES) con una mirada a Paola Cabezas (jefe de bloque UNES) le dijo que era hora de abandonar la mesa. Ambos se levantaron mientras Llori insistía en que los juicios en su contra por peculado fueron sobreseídos.
En la otra esquina
Dos pisos más abajo, el legislador Fernando Villavicencio se encontraba en su despacho de la Comisión de Fiscalización. Consideró pertinente llamar a los medios de Comunicación y dar su versión de las acusaciones. Con varios documentos en sus manos, el asambleísta explicó que las acusaciones y el linchamiento eran un honor para él.
“Yo me siento honrado que me presenten una queja. Así como me honra el linchamiento del miércoles. Ha sido el mejor juicio político de la nueva Asamblea. Una mayoría que protegió y encubre a los legisladores que dicen “roben, pero roben bien”. Si esa mayoría me linchan, para mí es un trofeo”.
Mirando a sus colegas, el legislador indicó que nunca se ha referido en malos términos a una mujer, menos de la Amazonía. “Quiero decirle a la señora presidenta que para mí es un honor tener la protección de mujeres como Patricia Gualinga y las mujeres de Sarayacu”.
Para Villavicencio, el problema no es de género, sino de corrupción. “Mi obligación es investigar. Voy a contar detalles que nunca he contado porque pensé que esto se iba a superar”.
El meollo del asunto
Para el legislador, el problema surge por un pedido de información que hizo la Comisión de Fiscalización, en el marco del juicio político a Pablo Celi. Solicité a Valentina Zárate todos los informes de auditoría de 2007 a 2021. No de Guadalupe Llori o Salvador Quishpe. Ese no era mi objetivo”.
Cuando llegaron los documentos, Villavicencio asistió junto a Julio Sarango, asesor de Llori, a la presidencia para que lo acompañe a la rueda de prensa. “En esa reunión ella recibe una copia de pantalla y me dice: Oiga Fernando, me mandan esto y me dicen que me está investigando”. Esa era la información de Contraloría. “Ella me respondió: Nos quieren hacer pelear entre nosotros”.
El problema de Pastaza
El prefecto de Pastaza y el asambleísta Elías Jachero visitaron a Llori en Presidencia. El prefecto de Pastaza arrastra dos resoluciones de destitución por la Contraloría. La viceprefecta, Cumandá Guevara, reveló un audio donde un funcionario de Contraloría le pidió USD 250.000 para destituir al prefecto. El caso está en Fiscalía.
“Le conté toda la historia a Llori. No me parece bien que yo no haga nada en contra del prefecto de Pastaza. Eso me lo pidió Guadalupe Llori, tengo de testigo a su asesor. Eso no debe hacer un legislador, gestionar a favor de ninguna autoridad, peor a una autoridad cuestionada.
Los vehículos
Sobre los vehículos, que se denunció, iba a adquirir Llori, el legislador indicó que investigó el tema y descubrió que existe un memorando “para iniciar un proceso para adquirir vehículos para las autoridades de la Asamblea. Le he pedido a la presidenta que me remita copias certificadas de todos los memorandos sobre esta adquisición”.
Glosas en Contraloría
Villavicencio indicó que existen más 15 asambleístas que tienen expedientes en la Contraloría General del Estado incluida Guadalupe Llori. Salvador Quishpe también tiene una glosa y un informe de responsabilidad penal. No especificó si estas glosas se desvanecieron o si todavía están registradas.
“Aquí hay un odio clarísimo en mi contra. Al final pasó lo que tenía que pasar. El Pleno aprobó el juicio después de seis horas de lectura de los informes de los miembros de la Comisión. […] Hubo informe, lo que existió es un error que aprovecharon asambleístas para un linchamiento en mi contra. Daré nombres: Alejandro Jaramillo, jefe de bloque de la Izquierda Democrática, también el jefe de bloque de Pachakutik”.
Los correístas
Los legisladores de UNES y el correísmo no se libraron de las críticas de Villavicencio. “Presenté en el juicio a Pablo Celi, lo que los correístas no querían. Lo que nadie quería. Demostrar que esta trama no solo se reduce a Pablo Celi sino que es una trama mafiosa. Los contratos que fueron glosados y desvanecidos sucedieron en la época de Correa con soborno y sobreprecios”, declaró.
Recordó su trabajo periodístico y mencionó al asambleísta Juan Cristóbal Lloret. “Si hay un periodista que se ha fajado contra la corrupción soy yo. Si Jorge Glas está preso es gracias a mi trabajo. Si Rafael Correa no es presidente es gracias a Arroz Verde. Le quiero decir al diputado Lloret que no sea dole moral. Cristina Solorzano, coautora de Arroz Verde, le asesoró en el proceso de comparecencias. Para nosotros es un honor asesorar a los correístas”.