Quito, 10 Jul (La Calle).- Siete años después de aquella final de Copa del mundo entre Alemania y Argentina, Lionel Messi regresa al estadio Maracaná de Rio de Janeiro. Un lapso de tiempo en que el conjunto albiceleste sucumbió en dos finales más, ante Chile, en las ediciones 2015 y 2016 de la Copa América. Un torneo esquivo para la “pulga” desde 2007.
Aunque esta vez, el contexto es distinto. Lio llega con un nuevo tipo de presión sobre sus hombros. Una nueva final, quizá la última, tal vez la de consagración. La posibilidad de acabar con una sequía de casi tres décadas en las que Argentina no ha logrado volver a levantar el trofeo más antiguo de selecciones.
El duelo en números
La sed de revancha en los jugadores dirigidos por Lionel Scaloni se ha reflejado en la delantera de la selección bicampeona del mundo. Pero los fantasmas del fracaso, también rondan por en los últimos tres cuartos del terreno albiceleste.
11 goles a favor (cuatro de ellos con la firma de Lio Messi), más tres anotaciones desde la vía penal, evidencian un nivel de efectividad similar, o incluso superior, a la Brasil de Tité. Este último, director técnico de 60 años, quien afronta su segunda final de Copa América y que aspira otorgar a su nación su décimo título continental.
No obstante, el estratega de la selección argentina tampoco se queda atrás. Desde la llegada de Scaloni, el equipo cayó solo en cuatro ocasiones. Las victorias bajo su mando ascienden a 20 con una media de 2.09 puntos obtenidos por partidos jugados. En la Copa América, su equipo ha encajo tres goles (más dos en tanda de penaltis).
“Cuesta mucho llegar acá. El tiempo dedicado de toda la gente que nos acompaña y de un grupo de jugadores que se me quiebra la voz cuando hablo. Casi 60 días concentrados y todavía sigue tirando para adelante”, expuso el entrenador de 43 años.
Para Messi, la final ante su ex compañero del FC Barcelona, Neymar, representará una oportunidad clave para retomar las glorias pasadas de Argentina (además de obtener su primer título absoluto con su selección). Aquellas que permanecen en los recuerdos de las generaciones que se asombraron con las jugadas de Diego Maradona o los particulares métodos de juego de Carlos Bilardo.