Quito, 7 ene (La Calle).- La prefecta de Pichincha, Paola Pabón, aseguró este martes que hubo “enormes presiones políticas” para que ella pierda su cargo después de haber sido detenida durante 72 días, acusada de rebelión.
“Había un interés especial en que yo pierda la prefectura. Hubo muchas presiones políticas para que los miembros de la Cámara Provincial me destituyan, lo que hubiese significado prisión de siete a diez años. Si perdía la Prefectura, venía la sentencia. Esta decisión no solo me permitió volver a mi puesto sino recuperar mi libertad y defenderme en libertad”, dijo la prefecta, durante una charla con los medios de comunicación.
Ella denunció las presiones a las que estuvieron sometidos los miembros de la Cámara Provincial, quienes debían definir la prórroga del viceprefecto y viabilizar así el hecho de que Pabón no pierda el cargo para el que fue electa. “Hubo presión, hostigamiento, fueron a sus casas [la de los miembros de la Cámara Provincial] a visitarlos el día anterior para ver cómo van votar. Y otra presión en los medios de comunicación”, aseguró.
Después de hacer un relato en el que contó las complejidades de su detención, Pabón denunció el aislamiento al que fue confinada durante todo el proceso. “Me reservo las acciones en contra de quienes estuvieron a cargo de mi detención. Hubo una orden de detención sin una motivación clara. El uso excesivo de la fuerza marca el allanamiento a mi casa, aquel 14 de octubre”, señaló la prefecta.
Respecto de los rumores de una supuesta candidatura de ella a la Presidencia de la República en las elecciones de 2021, desmintió formalmente dichas aseveraciones. “Voy a ser prefecta de Pichincha hasta 2023, no voy a ser candidata. Quiero ser enfática en eso. Mi mejor homenaje a Pichincha es trabajar por la provincia”, agregó.
Ante una consulta sobre el lawfare, esta concusión entre justicia y medios de comunicación para desprestigiar y perseguir opositores políticos, Pabón aseguró que las medidas cautelares de la CIDH, el asilo y otros mecanismos de apoyo internacional son una especie de triunfo para ella y sus coidearios. “Los logros que hemos tenido a nivel internacional significa que reconoce que en el Ecuador hay unos excesos que no está bien. La única forma de procesar las diferencias tiene que ser en democracia”, finalizó.