Quito, 14 feb (La Calle).- Carlos Menem quien fuera presidente de la Argentina entre 1989 y 1999 falleció este domingo en Buenos Aires. El exmandatario tenía 90 años y atravesaba varios problemas de salud.
Menem estaba internado en el sanatorio Los Arcos, en Buenos Aires, por una infección urinaria. Anteriormente, el expresidente argentino pasó un par de semanas en el Instituto del Diagnóstico y Tratamiento, por una neumonía bilateral.
Gobierno ultraderechista
La administración de Menem se tradujo en corrupción, privatizaciones y desempleo, dinero fácil y pobreza. En 1989 sucedió en el cargo a Raúl Alfonsín y fue el primer presidente peronista del retorno a la democracia.
El país gaucho pasaba por una grave crisis económica fruto de la hiperinflación. La solución para Menem fueron las políticas ultraliberales que surgieron en el Consenso de Washington. Impuso la convertibilidad uno a uno entre el peso y el dólar e inició un profundo proceso de privatizaciones
La aparente tranquilidad económica se hizo trizas en 2001 cuando la recesión trajó protestas que dejaron 38 muertos y una sucesión de cinco presidentes en dos semanas. Además del crecimiento de la pobreza.
Menem murió siendo senador y el cargo le permitió eludir las condenas de cárcel que tenía por corrupción.
Amor y odio
Menem continúa siendo una figura controversial de la historia argentina. Sus simpatizantes lo defiende por la estabilidad económica en su gobierno. Sus detractores lo acusan por la peor crisis económica del país desde la instauración de la democracia.
Aunque entró con el peronismo. El expresidente hizo alianza con los sectores más conservadores del partido y nombró en su Gobierno a figuras de la derecha tradicional. El peronismo progresista se volcó a la oposición.
Durante su Gobierno, Menem privatizó, entregó en concesión o disolvió 66 empresas del Estado. En su gobierno ocurrieron dos atentados terroristas: la destrucción de la Embajada de Israel en 1992 y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994. Ambos todavía sin resolver.
