Reingeniería de la UNA-EP – Opinión

Pedro Pablo Jijón

Reingeniería de la UNA-EP

He mantenido siempre mi opinión que la riqueza de los países de Latinoamérica no están en el subsuelo, en el caso de Minerales y Petróleo. La verdadera riqueza está a flor de suelo, esta es la Producción Agropecuaria. En el caso de Ecuador, productos de origen agrícola y piscícola como Cacao, Banano, Flores, Camarón, dan gran cantidad de mano de obra; dinamizan la economía y generan gran de movimiento financiero por exportaciones, operaciones portuarias, transporte, venta de insumos, tanto o más que el Petróleo.

Es decir, la explotación agropecuaria y piscícola son de importancia fundamental para la economía del Ecuador.

Invito al lector a recorrer el agro del Ecuador profundo y conversar con los que hacemos explotación agropecuaria; departir un día de nuestras labores de campo y ver de cerca nuestras necesidades. Sabrán entonces que toda la operación productiva agropecuaria desde siempre tiene un gran problema, que es la comercialización. Grandes esfuerzos financieros y operativos para producir y mantener un cultivo hasta la cosecha, para caer en manos de la letal intermediación y de algunos industriales, quienes por su poder financiero pagan precios que muchas veces no reflejan ni los costos de producción.

A mediados del año 2012 un grupo de Líderes de la Cuenca Baja del Guayas reunidos en la ya mítica Hcda. Voluntad de Dios de Don Salim Montenegro, analizaba y buscaban soluciones para los problemas causados por el ataque de la intermediación al pagar precios bajos de arroz, maíz, cacao, café, que estaba causando quiebra financiera entre los pequeños y medianos productores. Nace allí la idea de crear un ente de Estado para absorción de cosechas para así regular precios frente a la intermediación; propuesta que fue presentada y aceptada por organismos estatales, nace así la Unidad Nocional de Almacenamiento (UNA-EP) mediante decreto Ejecutivo publicado en Registro Oficial No 16 del 17 de Junio del 2013.

La UNA-EP se constituye como sociedad de derecho público con personería jurídica, patrimonio propio, dotada de autonomía presupuestaria, financiera, administrativa y de gestión. Tendrá a su cargo el desarrollo y fortalecimiento de los servicios de almacenamiento y comercialización de productos agropecuarios; administración de la reserva estratégica de los mismos y la comercialización y distribución de insumos. Así lo ha venido haciendo y entre errores y aciertos ha cumplido con su cometido.

Hoy, el sector agropecuario ecuatoriano enfrenta otra dura batalla frente grupos de poder financieros y políticos que ven en la comercialización de productos agropecuarios oportunismo comercial.

Como siempre, dejando en indefensión a los pequeños y medianos productores; soportando la carga financiera y con su trabajo subsidian a estos grupos, quienes declaran que la UNA-EP es ineficiente y deben cerrar sus operaciones. Percibo un claro afán de apropiarse de estas infraestructuras de silos, equipos, vehículos para así operar en con ellos comprando cosechas siempre con bajos precios y sin costo de inversión de estas infraestructuras.

Sugiero que el ente rector debe defender y someter a la UNA-EP a una reingeniería total de sus operaciones; pasando por calificación de sus funcionarios, mejora en los análisis de laboratorio, optimización en recepción de cosechas, el pago sea de manera inmediata por transferencia a las cuentas bancarias de los productores.

La UNA-EP debe también ser proveedor de la industria y de  instituciones del Estado como repartos militares, hospitales; y encargarse de exportación de maderas finas como la Teca que hoy por hoy es manejado por grupos extranjeros que pagan ínfimos precios por ella.

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