El salvataje familiar, por: Segundo Morocho
La mayor parte de los candidatos de la república repiten hasta el cansancio que los mil dólares a un millón de familias es un acto populista y demagógico. “Hay que enseñarles a pescar”, dicen. “Lo único que fomenta es la vagancia”, refrendan una y otra vez. Hasta quienes se identifican con la “izquierda” usan este argumento para denostar el salvataje familiar que propone el candidato Arauz. Da la sensación que apoyar a las familias ecuatorianas, en su mayoría golpeado por la pandemia, es un acto repudiable. Sin embargo, a continuación, veremos tres salvatajes bancarios a las familias más ricas del país, que se llamó apoyo a la reactivación económica.
Entre 1982 y 1983 se produce el primer salvataje bancario. La sucretización de las deudas privadas que fue trasladada al Estado ecuatoriano. Según el diario El Telégrafo (2014), el expresidente Oswaldo Hurtado, mediante decreto ejecutivo 2085 el 23 de septiembre de 1983 permitió que el Banco Central del Ecuador (BCE) asuma la deuda privada que adquirieron industriales y banqueros con la banca internacional. Dicha medida irresponsable aprobó que el Estado ecuatoriano quede como garante hasta el monto de US$ 1.600 millones.
Este acontecimiento inhumano no fue corregido por el entonces expresidente León Febres Cordero (+). Al contrario, amplio los beneficios para el sector privado: se extendieron los plazos, postergó las amortizaciones y congeló la tasa de interés en 16%, cuando la tasas a nivel comercial estaban sobre el 28%. En consecuencia, al no existir informes claros de seguimiento del pago de la deuda por parte del BCE, permitió que se sucretice créditos ficticios y créditos irrecuperables (Robles, 2017; Comisión de Auditoria Integral del Crédito Publico, 2008, pp. 33-35).
El segundo salvataje bancario de produce a finales de 1999. Se comienza a fraguar este atraco al pueblo ecuatoriano desde 1992, en el gobierno del entonces Sixto Duran Ballen (+), y su vicepresidente el Ec. Alberto Dahik. Primero, se liberaliza el Sistema Financiero. El BC, en vez de crear políticas fuertes para regularizar a la banca y asumir el control financiero para evitar desmanes por parte de los banqueros, asume, básicamente funciones monetarias y cambiarias. Segundo, no satisfechos con quitarles funciones vitales al BC para el control de la banca, en 1994 se aprueba La ley de Instituciones Financieras.
Los mentalizadores fueron Dahik y la entonces presidenta de la Junta Monetaria (JM) Ana Lucía Armijos. Liberalizaron las tasas de intereses, y, quizá lo más importante, permite que la banca amplíe sus actividades y diversifiquen sus negocios a partir de los créditos vinculados; estos créditos se realizaban a los mismos accionistas o administradores en beneficio de sus empresas (ECUAVISA, 2012; Ecuador TV, 2017; (Telégrafo, 2017b)
Al no existir políticas de control financiero, muchos de esos préstamos se adjudicaron a empresas fantasmas y, a la par, se produjo la salida de dividas o denominado los depósitos extraterritoriales a los paraísos fiscales. Para 1994, los banqueros, en un libertinaje financiero total, adquieren el máximo poder económico y político. En consecuencia, en 1999 se produce el feriado bancario, siendo el mayor atraco por parte de los banqueros al pueblo ecuatoriano, al congelar los depósitos de todos los ecuatorianos a un tipo de cambio de 5 mil sucres por 1 dólar.
Cuando se empezó a devolver, se devolvió a otro valor cambiario de 25 mil sucres 1 dólar. Obligándoles a recibir de manera arbitraria menos el 40 o el 60 % de su dinero. Miles de ecuatorianos migraron, muchos se suicidaron como consecuencia del shock económico. Nuevamente, el Estado ecuatoriano se hizo cargo de la pérdida de más de 8 mil millones de dólares (Telégrafo, 2017a; Mesias, 2002)
Ahora, cuando se pone las políticas publicas al servicio de la gente con el salvataje familiar y, al mismo tiempo, se pueda recuperar la economía del país, se le llama populismo. La gente que reciba los mil dólares, no lo van a sacar a paraísos fiscales. Empezaran a pagar las deudas en la tienda, medicinas que necesitan de urgencia, etc. Esto activará la economía. Por sentido común, si se recupera el poder adquisitivo de la gente, la economía en general se recupera.