Publicidad

15 de Noviembre de 1922, fútbol, burocracia y consciencia histórica – El Agorero de la Decadencia

Apoya a Radio La Calle ($2,00)

blank

Por Felipe Ogaz Oviedo @lombremono

Quito 23 de nov (La Calle).- Es la noche del domingo 15 de noviembre de 2020, en Twitter todas las tendencias hablan de fútbol, Barcelona y Emelec, entre otras. En la mañana del mismo día, en alevoso acto de cinismo y desparpajo, el Gobierno Nacional ha colocado como tendencia #LasCrucesSobreElAgua. Encuentro un tweet del Ministerio de Trabajo —entro en rabia— a través del cual el poder de turno se atreve a conmemorar como “…1922 selló con sangre y muerte la conquista de derechos laborales: tras varios días de protestas, la gigantesca manifestación en #Guayaquil fue reprimida a fuego abierto”.

Es la misma cartera de Estado que el viernes 13 de noviembre había mandado a ejecutoriar la sentencia que daría por finalizada la #HuelgaExplocenEc. Pues sí, después de  98 años de la Gran Huelga de Guayaquil y de 13 años sin huelgas legalizadas, hoy lunes 23 de noviembre de 2020 los trabajadores de Explocen cumplen 133 días de huelga y esto muy probablemente tú no lo sabías.  Hoy mismo estos trabajadores necesitan de tu solidaridad pues cuentan exactamente los mismos días sin llevar un sueldo a sus hogares, y ahí siguen incólumes cerca de Latacunga luchando contra la Ley Humanitaria.

Es la noche del domingo 15 de noviembre de 2020, le etiquetan a Acción Jurídica Popular (organización en la que milito) en unas fotos de una acción hermosa de la Coordinadora de Movimientos Sociales del Guayas. ¡Sí, Movimientos Sociales en el Guayas! esos que hemos visto despertar en Octubre y que fueron capaces de volver a poner cruces en la ría aún a pesar de que el Municipio exitoso trato de impedírselo —sonrío y no dejo de hacerlo— .

La Gran Huelga

Es la mañana del sábado 21 de noviembre de 2020, estamos (virtualmente) en una conmemoración de la Gran Huelga de noviembre de 1922, que al mismo tiempo es homenaje para los trabajadores de una huelga vigente, escuchamos hablar sobre el peso que ha tenido en las familias de los obreros la huelga —lloro, lloramos todxs—.

Es la mañana del 18 de octubre de 1922 en Durán, los trabajadores ferroviarios de la Guayaquil and Quito Railways Co. se declaran en huelga, una ola de solidaridad les acompaña. Detienen un servicio básico y la población es capaz de acostarse en las rieles del tren para que no se reanude el servicio. Los trabajadores vencen, es la primera vez en la historia de este país que una huelga logra un incremento de sueldos. Nuestros contemporáneos trabajadores de Explocen pedían un incremento de USD 35 en sus sueldos, ahora solo piden estabilidad laboral a través de un contrato colectivo, dentro de un conflicto laboral que lleva ya 8 años de duración.

Es noviembre de 1922, el triunfo de los trabajadores ferroviarios desata una masiva corriente de exigencias por parte de los trabajadores hacia las empresas en la recién proletarizada Guayaquil. Solo 5 años antes había triunfado la primera revolución obrera del mundo. Los explotadores tenían pesadillas pensando en que les quitarían todas sus riquezas, la mayoría de éstas fruto del boom del cacao,  que en 1922 hacia una profunda crisis debido a la primera guerra mundial y el cierre del puerto de Hamburgo. Los “Gran cacao” no dormían tranquilos, los obreros y sus familias pasaban hambre.

Pan, libertad, amor y ciencia

Pan, libertad, amor y ciencia decía una de las consignas de la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana (FTRE) organización mayoritariamente anarquista conformada gracias al llamado de la gloriosa Sociedad Cosmopolita de Cacahueros “Tomás Briones”. Un programa de los anarquistas guayaquileños de la época señala una hoja de ruta que —a mi juicio— no podría ser más actual pero que da cuenta de otra época, me atrevo a decir pero dudoso —de una época con más consciencia—  :

  1. Abolir todo título de propiedad privada de la tierra, de los instrumentos de trabajo de las materias primeras;
  2. Abolir el Estado, el Gobierno y todo poder que haga ley
  3. Organizar la vida social en Asociaciones y Federaciones de productos libres;
  4. Dar garantía a los medios de vida, de desarrollo y bienestar de niños y ancianos.
  5. Guerra a la mentira y a la religión.
  6. Abolición de las fronteras: fraternización de todos los pueblos.
  7. Practicar el amor libre.

Parece haber sido dicho hoy ¿o no?.

Antonio Gramsci, por la misma época demostraría que no es suficiente oponerle a las clases dominantes un aparato militar igual o mejor para derrotar al Estado bajo su poder, superando así al marxismo vulgar demostró que hay otro campo de disputa, hay otro campo en el que hacemos muy poco por vencer, este es el campo de la cultura. Gramsci demostró que la hegemonía se construye también allí a través de varios dispositivos ideológicos y culturales, de los que hoy, yo lo afirmo el fútbol es el rey y a su lado las Iglesias.

Es la noche del 22 de noviembre de 2020, cedo ante la curiosidad, miro 6 goles de la selección, pero miro también como cada uno de ellos es festejado “alabando al señor” —me asusto—. El fútbol “pasión de multitudes” “rey de los deportes”, uno de los grandes constructores de los imaginarios de la modernidad. La FIFA De Blater, Leoz, Platini y de Chiriboga, la FIFA de los mundiales de las dictaduras de Argentina y Chile, la del Mundial de Rusia, la de centenas de miles de jóvenes desechados por no ser lo suficientemente buenos, esa FIFA siempre impune aunque confronte a diario toda clase de juicios e investigaciones, tiene hasta su #FIFAGate.

Esa gran empresa, llena de emprendedores aliada y creadora de mafias, cercana de los grandes narcos, cómplice de la trata de personas, lavadora de capitales y compañera fiel de los vendedores de armas: la mejor amiga de siempre de la clase política en todos las sociedades que se adormecen con el fútbol. Al lado, las iglesias descentralizadas y más prosperas que nunca en América Latina ponen Presidente y —según veo— también delanteros.

Aunque repudio a todas y cada una de esas empresas que se hacen llamar equipos igual que a las selecciones referentes actuales de los Estados-Nación pero aún así debo confesar que soy hincha de par de barras antifas (ya imaginarán cuales) y así mismo reconozco claramente que los barristas pelean tieso en las protestas, esto gracias a su constante experiencia contra la policía. Por eso precisamente les invito a revisar los equipos que están construyéndose como cooperativas en contra del fútbol-negocio ¿cómo no va ser posible que creemos nuestros propios referentes? ¿cómo no va ser posible que extirpemos el negocio capitalista de las prácticas que nos causan placer?.

“Against Modern Football”

Vale la pena mirar la campaña “Against Modern Football” de los cuales el equipo-cooperativa antifascista y anticapitalista de la región griega ΛΙΒΑΣ es mi favorito. El fútbol al nivel de los empresarios y políticos se ha corrompido, pero abajo en las bases sigue siendo lindo. Contrario a lo que creen muchos disfruto de jugar fútbol, tapo bien y te digo ¡ama y juega al fútbol odia a la malnacida FIFA!

Fácil es creer que el pasado está muy lejos, que ahora estamos mejor, siempre es sencillo cuando te instalan una serie de lógicas que no te permiten pensar, que no te permiten procesar la gran cantidad de información que recibes y así estas siempre abocado a pensar en el próximo partido, buscando lo nuevo. Por ahí dicen “que lo mejor está por venir” y te tienen mirando hacia adelante, donde no hay nada, donde solo se espera ¡eso sí! donde ellxs pueden lucrar con tu ansiedad por lo nuevo. Total, ya viene el próximo partido de la selección. Funciona bien, están siempre jugando con tu expectativa pero cuando alcanzas lo que buscas, lo que buscabas ya no tiene sentido y pronto quieres algo más. La Hybris, la poca mesura de la modernidad americana diría el genio Echeverría.

Concluyo así que la consciencia política no puede ser, quiero decir no puede existir de forma completa, sino es al mismo tiempo consciencia histórica. Si no sabemos lo que nos ha construido y cómo nos ha construido, difícilmente podemos actuar sobre el presente, lo cual nos coloca además en el plano de la disputa de los sentidos. Pues finalmente una de las contiendas mas importantes de éste tiempo es quien cuenta la historia ¡claro! como se cuenta la historia pero sobre todo quienes la escuchan.

El peligro de solamente situarse en lo sincrónico se ve y con frecuencia en la academia, en las ciencias políticas, tanto como en sociología y antropología donde son capaces de las más descabelladas teorías y conclusiones, miradas de corto plazo que se vinculan fácilmente con la fantasía, aparecen precisamente cuando renuncian deliberadamente al análisis histórico que explica siempre buena parte del presente.

Posdata:

Es una tarde de enero de 2019, en el barrio de Las Casas, estamos algo borrachos, el Pocho Álvarez me entrega en una sim card su documental “Nosotrxs, Una historia de Obreros” de 1989. Con su autorización, en marzo del mismo año lo subí al Youtube, y al día de hoy 22 de noviembre de 2020 tiene apenas 1179 ¡es una joya! allí encontrarán testimonios en video de testigos presenciales de la masacre del 15 de noviembre de 1922 y de su proceso de construcción orgánica, también una maravillosa forma de contar la riquísima historia de la lucha obrera de este país hasta inicios de la década del ochenta. Aquí está, se los regalo: https://www.youtube.com/watch?v=xcyfigIbcBg

Fuentes:

Ogaz A., Leonardo (2020). “Pan, libertad, amor y ciencia” Huelga general, poder popular y masacre obrera del 15 de noviembre de 1922. en América Latina en Movimiento. Disponible en:

https://www.alainet.org/es/articulo/209781. Consultado el 22 de noviembre de 2020.

Ycaza, Patricio. “Historia del Movimiento Obrero Ecuatoriano”, Editorial casa de la Cultura Ecuatoriana. 1983.

Gramsci, Antonio (2013). Antologia. Ediciones Akal. Madrid, España.

Echeverría, Bolivar (2005)  La modernidad “americana”(claves para su comprensión). Manuscrito no publicado. FLACSO-Andes. Disponible en: https://www.flacsoandes.edu.ec/en/agora/la-modernidad-americana. Consultado el 22 de noviembre de 2020.