Quito, 25 agos (La Calle).-Son más de ocho días de huelga de hambre en Galápagos. El 85% de habitantes vive del turismo y no se ha reactivado este sector económico.
La crisis sanitaria por la COVID-19 ha golpeado a la economía mundial y Galápagos no es la excepción. La región insular sufre una crisis interna porque desde hace seis meses no ingresan turistas a las islas, muchos negocios y empresas han quebrado por esta situación.
Los ciudadanos exigen créditos de consumo, políticas públicas que dinamicen la economía interna, amnistía tributaria por la falta de circulante en Galápagos, se nota desabastecimiento de productos elementales y regulación en los precios. Por estas circunstancias exigen la renuncia de Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos.
Otro de los requerimientos es que se active el sistema de salud de Galápagos de manera efectiva. Solo San Cristóbal tiene un hospital. En Santa Cruz y Floreana tienen pequeños centros de salud que no pueden atender a todos sus habitantes.
José Luis Herrera, coordinador de la Junta Ciudadana de la Isla Santa Cruz, afirma que “el 85% de los galapagueños viven del turismo”. También mencionó que “se ha enviado propuestas a la Asamblea Nacional para que se reactive el sector económico en Galápagos, sin embargo, se ha hecho caso omiso por parte de las autoridades”.
Respuesta del sector oficial
Norman Wray no se encuentra en las islas, pero en su cuenta de twitter respondió que “En agosto 387 turistas obtuvieron su salvoconducto para entrar a las islas”. Mencionó que la gestión la realizó el Consejo de Gobierno que está conformado por nueve entes, quienes son los encargados de la administración de Galápagos. El presidente del Consejo de Gobierno también afirmó que “del total de turistas el 74% pernoctó en tierra y el 26% en barco. Así hay actividad económica en todas las modalidades, pero con fuerza en los pueblos, donde la presencia del turista reactiva la economía.”
Ayer, se realizó una reunión con Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, pero como no hubo consensos, se la pasó para la semana entrante. (EM)