Quito, 29 jul (La Calle).- Un grupo internacional de científicos ha descubierto que los volcanes en islas remotas del archipiélago de Galápagos, considerados ‘confiables’, en realidad ocultan magma con un gran potencial de actividad explosiva, informa este miércoles el portal ruso Sputnik.
«Comenzamos este estudio queriendo saber por qué estos volcanes eran tan aburridos y qué proceso hizo que las composiciones de lava en erupción permanecieran constantes durante largos períodos de tiempo. En cambio, descubrimos que no son nada aburridos, simplemente esconden estos magmas secretos bajo tierra», afirmó el geólogo Michael Stock, autor principal del estudio.
Muchos volcanes producen erupciones similares a lo largo de millones de años. Los volcanes en las islas Galápagos, así como los de Islandia y Hawái, consistentemente expelen flujos de lava basáltica, los cuales forman ríos de magma en sus costados. Si bien son potencialmente dañinos para las propiedades cercanas al volcán, su lento ritmo no ofrece riesgos como las potentes erupciones explosivas como las observadas en el Vesubio, detalló Phys.org.
Esta consistencia a largo plazo en el comportamiento eruptivo de un volcán es justamente en lo que se basan las autoridades locales para la planificación de riesgos.
Al estudiar los volcanes Wolf y Fernandina en Galápagos, los investigadores descubrieron que, al contrario de las monótonas lavas basálticas que estallan en su superficie, los magmas debajo de los volcanes son extremadamente diversos y presentan composiciones similares a los encontradas en erupciones en el monte Santa Helena, un activo volcán estadounidense.
Potencial actividad en el futuro cercano
Los investigadores creen que las consistentes erupciones de lavas basálticas ocurren cuando la cantidad de magma que fluye por el suelo debajo del volcán es lo suficientemente alta como para sobreponerse sobre cualquier diversidad química. Sin embargo, los magmas químicamente diversos observados en el marco del estudio podrían llegar a volverse móviles y ascender hacia la superficie. De ocurrir, los volcanes que han producido erupciones confiables durante milenios podrían sufrir cambios inesperados y presentar actividades más explosivas en el futuro.
Según Stock, aunque no hay señales de que los volcanes de Galápagos pasarán por una transición de este tipo a corto plazo, los resultados encontrados en la investigación permiten entender «por qué otros volcanes podrían haber cambiado su comportamiento eruptivo en el pasado».
«El estudio también nos ayudará a comprender mejor los riesgos que representan los volcanes en otras partes del mundo; el hecho de que siempre hayan entrado en erupción de una manera particular en el pasado no significa que podemos confiar en ellos para continuar haciendo lo mismo indefinidamente en el futuro», subrayó el geólogo.