Quito, 19 mar (La Calle).- La Dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG) enfrenta una grave crisis financiera que dejó inoperativas sus embarcaciones y paralizó actividades clave para la conservación de este Patrimonio Natural de la Humanidad. María Auxiliadora Farías, directora del PNG, envió un oficio urgente al Ministerio de Finanzas solicitando el pago inmediato a proveedores, algunos de los cuales no han recibido sus pagos desde octubre de 2024.
Farías advirtió que la institución no puede ejecutar su presupuesto, lo que pone en riesgo la protección de uno de los ecosistemas más importantes del planeta. En el documento dirigido al ministro de Finanzas, Luis Alberto Jaramillo, destacó la enorme responsabilidad que conlleva administrar el Parque Nacional Galápagos, la Reserva Marina de Galápagos y la Reserva Hermandad, áreas que juntas suman casi la mitad del territorio continental ecuatoriano. «Estas áreas no solo son vitales para el Ecuador, sino también para la comunidad internacional, dado su estatus de Patrimonio Natural de la Humanidad», señaló la directora.
Farías explicó que el PNG depende de bienes y servicios esenciales para cumplir con sus objetivos de conservación, como el control y patrullaje, la erradicación de especies invasoras, el monitoreo de sitios de visita y la educación ambiental. Sin embargo, la falta de pagos a proveedores ha generado una crisis operativa. «Los proveedores acuden diariamente a la institución para reclamar sus pagos, pero no hemos podido cumplir con nuestras obligaciones financieras», lamentó.
Embarcaciones inoperativas y servicios críticos paralizados
Entre los servicios afectados se encuentran la seguridad y vigilancia, el aseo y limpieza, el mantenimiento de embarcaciones y vehículos, la reparación de infraestructura y la adquisición de equipos informáticos. La falta de combustible ha dejado inoperativas las embarcaciones del PNG, herramientas fundamentales para el patrullaje y control en las islas. «La situación es crítica e insostenible. Varios proveedores en Galápagos ofrecen servicios únicos debido a nuestra lejanía del continente, lo que agrava el problema», explicó Farías.
La directora también mencionó que, a pesar de haber realizado las solicitudes de pago y reprogramación presupuestaria al Ministerio de Economía y Finanzas dentro de los plazos establecidos, los proveedores llevan esperando más de cuatro meses. «Esto no solo afecta a los proveedores, sino que también pone en alto riesgo nuestra capacidad para cumplir con las competencias asignadas», alertó.
Un ecosistema único en peligro
Farías hizo un llamado urgente al ministro de Finanzas para que priorice los pagos y permita al PNG continuar con su labor de conservación. «Proteger, manejar y conservar la biodiversidad única de Galápagos es una responsabilidad no solo con el Ecuador, sino con el mundo entero», subrayó. La directora recordó que las islas Galápagos albergan especies endémicas y ecosistemas frágiles que requieren atención constante para evitar su deterioro.
La crisis financiera del PNG no solo amenaza la conservación de este patrimonio natural, sino también la economía local, que depende en gran medida del turismo y los servicios relacionados con el parque. La paralización de actividades clave podría tener un impacto negativo en la imagen internacional de Galápagos como destino turístico y en los esfuerzos globales por preservar la biodiversidad.
Un desafío que requiere acción inmediata
Mientras el Ministerio de Finanzas evalúa la solicitud, la comunidad científica, ambientalista y turística espera una respuesta rápida y efectiva. La situación del PNG es un recordatorio de la importancia de garantizar los recursos necesarios para proteger áreas naturales críticas, especialmente en un contexto global donde la conservación ambiental es más urgente que nunca.
Farías concluyó su oficio con un mensaje claro: «Sin los recursos necesarios, no podremos cumplir con nuestra misión de conservar este tesoro natural para las generaciones presentes y futuras». El mundo observa si el gobierno ecuatoriano actuará a tiempo para evitar un desastre ecológico en uno de los lugares más icónicos del planeta.