Quito, 21 dic (La Calle).- Tras más de tres décadas de lucha por encontrar a sus hijos, Pedro Restrepo falleció este 24 de diciembre al luchar con varias enfermedades como la insuficiencia respiratoria crónica; y parálisis diafragmática y total de cuerpo.
Pedro Restrepo, padre de los desaparecidos Santiago y Andrés Restrepo, enfrentó un nuevo desafío en su vida. Tras más de tres décadas de lucha incansable por justicia, batalló contra una insuficiencia respiratoria crónica y parálisis diafragmática. Su familia pidió que se le permita pasar sus últimos días en casa, rodeado de sus seres queridos.
María Fernanda Restrepo, hija del activista, había solicitado públicamente que su padre, hospitalizado desde 2022 en una casa de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), sea trasladado a su hogar para recibir cuidados paliativos. “Es un derecho moral que pueda tener un final digno junto a su familia”, expresó María Fernanda en un mensaje publicado en la red social X.
María Fernanda recordó el impacto devastador que la desaparición de sus hermanos tuvo en la vida de su padre. En 1988, Santiago y Andrés Restrepo, de 17 y 14 años, desaparecieron en circunstancias que involucraron a la Policía Nacional. A pesar de que el Estado reconoció su responsabilidad ese mismo año, los cuerpos de los jóvenes nunca fueron encontrados, dejando abierta una herida que marcó a la familia Restrepo para siempre.
“Le arrebataron todo a mi padre: su tranquilidad, su salud y su vida entera”, expresó María Fernanda, aludiendo a la responsabilidad histórica de la Policía Nacional en el caso. También criticó la falta de apoyo del IESS para cuidados en casa, un servicio que en el pasado era cubierto por prestadores externos. Actualmente, solo el Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol) ofrece este tipo de atención para pacientes de alta complejidad.
Desde 1988, el apellido Restrepo ha sido sinónimo de lucha por la justicia en Ecuador. Pedro y su esposa, Luz Elena Arismendi, protagonizaron un emblemático plantón en la Plaza de la Independencia en 1989, exigiendo respuestas ante el silencio y la inacción de las autoridades.
«Aunque llevo tres décadas esperando a Carlos Santiago y Pedro Andrés debo reconocer que mis hijos están muertos. Los mataron», dijo Pedro Restrepo en una entrevista para La Calle.
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