Quito, 30 ago (La Calle).- Hace unos meses, Riot Games anunció un cambio radical en el panorama de los esports para el 2025: la fusión de las ligas de Norteamérica, Latinoamérica y Brasil en una nueva Liga Panamericana. Así, la Liga Latinoamericana (LLA) cerró sus puertas con la reciente final de su último torneo, el Clausura 2024.
El Último Capítulo de la LLA: Movistar R7 Hace Historia
La LLA se despidió con broche de oro al coronar a Movistar R7 como su último campeón. El equipo, compuesto por Summit, Oddie, Keine, Ceo y Lyonz, bajo la dirección de Khynm y Pointless, logró un contundente 3-0 frente a INFINITY en la final del Clausura 2024. Con esta victoria, Movistar R7 se aseguró un lugar en el Campeonato Mundial de League of Legends 2024 (Worlds), y se convirtió en el último representante de Latinoamérica en el torneo internacional.
Una Nueva Era: La Liga Panamericana
La nueva Liga Panamericana estará dividida en dos conferencias: Norte y Sur. La Conferencia Norte estará compuesta por seis equipos de la League Championship Series (LCS), un equipo de la Liga Latinoamérica (LLA) y un equipo invitado. La Conferencia Sur, por su parte, incluirá seis equipos del Campeonato Brasileño de League of Legends (CBLOL), un equipo de la LLA y otro equipo invitado. Esta estructura permitirá que entre uno y tres equipos representen a la región en competiciones internacionales, como el Mid-Season Invitational (MSI) y el Worlds.
Según Riot Games, este cambio tiene como objetivo consolidar los recursos y mejorar la competitividad de los equipos en el escenario internacional. El director de esports de Américas en Riot Games, Raúl Fernández, destacó que la fusión permitirá reducir costos y destinar más recursos a los equipos, lo que consolidará el sistema y ofrecerá un producto de mayor calidad a los jugadores y fanáticos.
Innovaciones en el formato: Fearless Draft y un nuevo torneo internacional
Otro aspecto clave de esta reestructuración es la introducción del formato “Fearless Draft” en los torneos regionales e internacionales. Este sistema prohíbe la selección de campeones que ya hayan sido utilizados en juegos anteriores de una serie, lo que obligará a los equipos a demostrar una mayor versatilidad y estrategia.
Además, Riot Games anunció un nuevo tercer evento internacional, cuyo nombre aún no ha sido revelado. Este torneo se sumará al calendario competitivo, dividiendo el año en tres splits, lo que proporcionará más contenido y emociones para los seguidores de League of Legends.
Lo que viene para Latinoamérica
A pesar de los desafíos que enfrenta el competitivo en Latinoamérica, este cambio representa una oportunidad para elevar el nivel de juego en la región. Solo dos equipos de la LLA tendrán un lugar en la nueva liga, lo que incrementará la competencia por un puesto en el escenario internacional. Aunque la desaparición de la LLA marca el fin de una era, la integración en la Liga Panamericana podría traer un resurgimiento del talento latinoamericano en el ámbito global de los esports.
Movistar R7, como último campeón de la LLA, se prepara para enfrentar el desafío del Worlds 2024 en la Riot Games Arena de Berlín y la Adidas Arena de París, con la esperanza de dejar una huella imborrable en la historia de League of Legends antes de que la nueva era comience en 2025.
¿Por qué desaparece la LLA?
La Liga Latinoamericana (LLA) nació en 2019 tras la fusión de las ligas regionales de Latinoamérica Norte (LLN) y Copa Latinoamérica Sur (CLS). Su objetivo era unificar y elevar el nivel competitivo en la región. Durante sus años de existencia, la LLA fue el escenario de batallas épicas entre equipos icónicos como Isurus, Rainbow7 (anteriormente Lyon Gaming), y All Knights. Equipos como Rainbow7 lograron clasificaciones destacadas, como su participación en el Mundial de 2020.
Sin embargo, a nivel internacional, la LLA tuvo dificultades para competir profesionalmente y también en cuanto a número de espectadores con ligas más fuertes como la League of Legends Championship Korea (LCK) y la League of Legends Pro League (LPL) de China, que registran millones de espectadores simultáneos. En contraste, la LLA alcanzaba cifras de entre 30,000 y 50,000 espectadores en sus picos durante las finales, lo que refleja un seguimiento significativo, pero más modesto en comparación con las potencias asiáticas. (DA)