Quito, 24 jul (La Calle).- Un total de 241 empleados de Bethesda Game Studios, creadores de franquicias como Elder Scrolls, Fallout y Starfield, obtuvieron el reconocimiento sindical por parte de Microsoft. Este hecho marca un precedente al convertirse en el primer sindicato de pared a pared en un estudio de videojuegos de la compañía.
El grupo, que incluye artistas, ingenieros, programadores y diseñadores, se unió a la Communications Workers of America (CWA). Los trabajadores firmaron tarjetas de autorización o indicaron su deseo de representación sindical a través de un portal en línea.
Mandi Parker, diseñadora senior de sistemas y miembro de CWA, expresó: “Estamos emocionados de anunciar nuestra unión en Bethesda Game Studios y unirnos al movimiento que se extiende por la industria de los videojuegos. Nuestra unidad es una fuente de poder real para moldear positivamente nuestras condiciones de trabajo”.
Lo que motivó la sindicalización
Este movimiento surge en un contexto de incertidumbre laboral en la industria, marcado por despidos masivos y cierres de estudios. A principios de año, Microsoft aplicó un recorte que resultó en más de 1900 despidos en su división de videojuegos que afectó a Bethesda.
La sindicalización de Bethesda se suma a una tendencia creciente en la industria del videojuego. Otros estudios como SEGA of America, Activision Blizzard, ZeniMax y Tender Claws ya cuentan con representación sindical a través de CWA.
La reacción de Microsoft
Microsoft siguió su acuerdo de neutralidad con CWA y reconoció al sindicato sin oposición. Este acuerdo fue parte de los esfuerzos de la compañía para concretar su adquisición de Activision Blizzard.
Los trabajadores sindicalizados de Bethesda ahora se preparan para negociar su primer contrato colectivo. Este paso promete mejorar las condiciones laborales y asegurar una voz protegida para los empleados en la toma de decisiones de la empresa.
Crisis laboral en la industria del videojuego
La industria del videojuego enfrenta desafíos laborales significativos, uno de los más significativos es el “crunch”. Esta práctica implica períodos de trabajo intensivo y horas extras excesivas, especialmente cerca de las fechas de lanzamiento de los juegos. Los desarrolladores a menudo se ven obligados a trabajar jornadas extenuantes, lo que afecta su salud física y mental, así como su vida personal.
Además del crunch, la industria se caracteriza por la inestabilidad laboral. Los ciclos de contratación y despido masivos son comunes, vinculados a la naturaleza cíclica del desarrollo de juegos. Esta volatilidad, junto con la falta de transparencia en la toma de decisiones corporativas, ha llevado a un creciente descontento entre los trabajadores. La sindicalización se presenta como una respuesta a estos problemas, para establecer estándares laborales justos, mejorar la seguridad laboral y fomentar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal en la industria del videojuego.
