Quito, 24 jul (La Calle).- Representantes de las clínicas de diálisis a nivel nacional alertaron que solo podrán brindar su servicio hasta el 25 de julio por falta de stock en insumos médicos, una situación derivada por la deuda millonaria que tiene el Estado con estas unidades médicas.
Las dializadoras enfrentan una grave crisis económica generada desde junio del 2023 por la deuda de más de USD 140 millones por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP) y de USD 85 millones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
La suspensión del servicio afectaría a 17 mil pacientes renales derivados del MSP y 8 mil afiliados y pensionistas del IESS. Asimismo, por la falta de pago las clínicas externas adeudan cinco meses de salarios al personal de salud.
Frente a este problema, los prestadores de servicios externos hicieron un llamado a las autoridades del gobierno para sentarse a un diálogo que permita llegar a acuerdos concretos. De igual manera, solicitaron a los directivos del IESS que procedan a contratar una nueva plataforma digital que les permita subir información para la auditorías correspondientes.
El paquete integral de diálisis tiene un costo de USD 1.456 por paciente. El servicio incluye de 12 a 14 sesiones, chequeos y controles médicos con nefrólogos, nutricionistas, cardiólogos y psicólogos, exámenes periódicos, y tratamientos para controlar la hipertensión y diabetes que también padecen los pacientes renales.
El calvario de las dializadoras
“Nosotros no pedimos el pago total de la deuda, pero sí una voluntad de poder pagar y seguir atendiendo a los pacientes, que es lo más importante en este gran problema. Vamos a seguir, aquí o en las calles, reclamando hasta que se nos preste la atención debida”, indicó Juan Acurio, presidente del Directorio de Hemodiálisis, en las instalaciones de la Asamblea.
Agregó que para poder subsistir las clínicas tienen que prestarse los insumos médicos para las diálisis. También indicó que el coordinador provincial del IESS en Guayaquil, Javier Torres, manifestó dos soluciones para salir de este problema: cerrar las clínicas o demandar al IESS. (AGM).
