Quito, 16 may (La Calle).- En 2021, con el decrecimiento de casos por la pandemia de Covid-19, la apertura de fronteras, los problemas económicos y un problema de seguridad que empezaba a aumentar, los ecuatorianos iniciaron una nueva ola migratoria que no ha menguado en la actualidad.
Entre 2021 y 2024, 400.000 migrantes salieron del país y no han regresado, según datos del Ministerio del Interior. 81.338 ciudadanos migraron durante los primeros cuatro meses de este año. Mientras Ecuador se vacía, no existen políticas claras en materia de migración.
La violencia, inseguridad y la extorsión son elementos que llevan a los ecuatorianos a salir, en una nueva ola, pero no son los únicos causantes: retorno y consolidación de políticas neoliberales, incremento de pobreza, desempleo y el mal manejo de la pandemia llevó al país a una estampida migratoria, de acuerdo con el libro del antropólogo Jacques Ramírez, ‘Un siglo de ausencias’: crisis y continuum migratorio. La cifra de 2024 iguala al número de migrantes de todo 2021, por lo que se preveé que los números aumenten para lo que resta de año.
Inseguridad y crisis económica
«Están migrando estos perfiles de ecuatorianos que caen en la pobreza o la pobreza extrema, de clases bajas. (…) Estamos haciendo el recopilamiento de información en la frontera panameña y hay personas que están en tránsito tres meses por falta de recursos para poder seguir el camino», explicó Ramírez en entrevista para La Calle.
Además de las causas estructurales, el flujo migratorio aumenta cuando hay cambios de gobierno en los países de destino. En el caso de Panamá, el presidente electo, José Raúl Mulino prometió en su campaña cerrar el paso de migrante en la selva del Darién y deportar a los ciudadanos que se internen por ese camino. Asimismo, la gente está a la espectativa de las elecciones en Estados Unidos y el posible regreso de la política migratoria de Donald Trump. (MIB)