Quito, 26 dic (La Calle).- El comandante de la Zona 8, Víctor Herrera, indicó que las 287 muertes violentas registradas en Guayaquil dejaron al menos 709 víctimas colaterales. Según el agente, mantienen un protocolo para detallar las zonas rojas en el país.
«Es decir, cuando ocurren este tipo de cosas, los delincuentes ya no solo van en contra de su ‘objetivo’, sino ataca a todas las personas que estén presentes», mencionó en Teleamazonas.
El uniformado detalló que la institución -a través del Plan Fénix- ejecuta un programa en la zona costera, donde identificaron siete distritos de mayor incidencia. Herrera señaló que de todos esos, Guayaquil concentra tres sectores con mayor violencia: Nueva Prosperina, Durán y el Sur.
Recalcó que los principales problemas de esta zona se desarrollan por la disputa de territorios de los grupos de delincuencia organizada (GDO) por el menudeo de sustancias sujetas a fiscalización.
«Estamos desplegados en un gran operativo para debilitar a los GDO, por eso es necesario que se refuerce a la institución, pero también las penas en las salas judiciales«, aludió.
Ecuador en una charco de sangre
Hasta mediados de diciembre de 2023, las cifras de homicidios en el país superaba las 7 mil muertes, una cifra que excedía los datos de 2021 y 2022 (año considerado el más violento). De acuerdo con la Policía Nacional, una persona fue asesinada cada hora.
La lista la encabeza Guayas con un total de 3.427 muertes, le sigue Los Ríos con 918 casos, Manabí con 856 muertes, El Oro con 535 casos, Esmeraldas con 423, Pichincha 267 y Santa Elena con 220.
Era la esperanza…
Pese a que el gobierno de Daniel Noboa prometió en campaña implementar el «Plan Fénix», una planificación que mitigaría el desastre en el que sumieron al país, hasta la fecha no se han presentado acciones en concreto.
Por su parte, la ministra de Gobierno y el Interior, Mónica Palencia, comentó que el «primer paso del Plan» fue designar a algunos funcionarios del gabinete. Enfatizó que el siguiente eslabón fue remover a algunos miembros de la cúpula policial y militar.
Sin embargo, los ecuatorianos cuestionan que los índices de inseguridad y violencia no han disminuido. Tanto es así, que el pasado 11 de diciembre, sicarios asesinaron a cuatro niños, un neonato y una mujer de 21 años, en el Guasmo Sur. El régimen se pronunció 24 horas después del incidente y no brindó mayor detalle del supuesto operativo que emprendió.
Además, la policía brindó una rueda de prensa en la que detalló que los antisociales se «confundieron de casa y asesinaron a los menores». Según los agentes, tras varios allanamientos encontraron alrededor de 40 mechaletas que eran utilizadas para ataques con explosivos en una casa adyacente, por lo que presumen que el atentado iba dirigido para ellos.
